Una historia, un sueño, no estoy seguro que fue. Solo se que quiero contarla.

Me despierto como cualquier otro día. Refriego mis ojos, me siento en mi cama, me vuelvo a acostar, me quedo dormida, vuelvo a despertarme y abro las persianas para evitar quedarme dormida una vez más. Doy media vuelta de forma tal que quedo mirando hacia mi cama, y ahí yacía yo. No sabía bien si había muerto, no sabia si aún seguía dormida, irónicamente sabia que mi corazón seguía latiendo y que mis pasos quedaban grabados por donde los dejaba. 
Me acerco, miro mi rostro, al perecer estaba normal, mi pecho como un sube y baja hacia su movimiento normal, lo que me indicaba que seguía respirando. Toda mi 'alma' por así decirlo se encontraba fuera de mi cuerpo. Me mire al espejo tratando de buscar una explicación lógica, me pegue varias bofetadas pero nada, mi cuerpo se reflejaba, todo 'normal'.

No sabia que pasaba, trate de buscar a mi madre, no la encontré en casa. Apunto de salir de mi casa, cuando abro la puerta una oscuridad se desprende de ella y me succiona hacia ella. Negro, todo negro. De la nada vuelvo a despertarme de la misma forma sobre una plaza, a la que siempre voy. Todo en blanco y negro, me senté en un banco. Esta plaza que les digo fue reformada, y no veía a la nueva, veía a esa misma plaza pero a la vieja. Me tildé, no sabia que hacer. Fui hasta la heladería donde en su televisor podría ver la hora, recordé que para el fecha que creía que era (por como estaba la plaza) la heladería todavía no tenía su televisor. Por como estaba vestida, recordé enseguida que día había sido, ese día fue la primera vez que nos veíamos siendo 'algo'.
 Caminé hacia el lugar donde nos encontrábamos el y yo hace casi un año atrás. Llegue a ese mismo punto, lo vi. Ahí estaba el, con todos sus amigos que en ese entonces ni los conocía y no recordaba ni sus nombres. 
 Recuerdo un momento, lo vi a el, hablaba en vos baja con uno de sus mas grandes amigos, se hablaban como si algo grande fuera a pasar, el amigo se fue y el se quedo observando a algo/alguien. En cuanto me di cuenta, ese alguien era yo. Recuerdo ese día, ni lo salude, bah,  lo salude con un hola y me fui, moría de vergüenza, fue a buscarme, me abrazo, estuve con el no más de 10 min. y me fui, vino a mi casa y por fin pude estar con el. 
Ese sueño o vaya a saber que fue me hizo recordar como discutíamos, como lo ignoraba, y como lo amaba. 
Apunto de terminar esa escena, todo se volvió negro de vuelta. Desperté. Esta vez lo hice en plena peatonal de San Martín. De nuevo lo mismo, por la hora que era (no me pregunten como sabía, simplemente lo sabía) y por como estaba vestida supe que día era, y corrí hacia donde nos encontrábamos los dos, no mas de un mes atrás. 
 Verán, para los que no saben, a continuación de la peatonal hay una plaza, en la plaza, la municipalidad, detrás de ella, la fuente, pues ahí estábamos, el y yo junto con todos esos amigos que hace un año no conocía y ahora, son amigos míos también. 
Todo perfecto, el y yo... y la novia. No mucho mas que decir, mas que confesiones, besos, abrazos... y no precisamente con su novia. Lo amo. 
Pronto y antes de que recuerde como funcionaba esto, el negro invadió la escena otra vez, y me desvanecí.
Desperté en el restaurante donde habíamos ido a comer, el y yo... y los papás, mis suegros eternos, juro quererlos mucho. 

Un buen día, uno muy bueno, horas antes estábamos en mi casa, besándonos, mientras discutíamos con tu novia. Esos besos imposibles de ocultar, todos nos veían tan obvia pareja. Por algún motivo todo seguía blanco y negro. 

Así, una y otra vez me desvanecía yendo aleatoriamente por muchos momentos que vivimos juntos, y me dí cuenta que, a lo largo de el año pasado y lo que va de este, muchos chicos pasaron por mi vida, pero por el único que mis sentimientos no cambiaron, fue por el. 

Lo amo, lo amo mas que a mucha gente que conozco, el es un de las que más me importa, no sé. Que se yo. Luego de al menos 20 veces de haberme desaparecido y re aparecido en lugares, por fin volví a mi cuarto, y la primera escena se repitió, despertaba, abría mi persiana, todo volvía a ser de color. 

Siempre creí que la expresión 'Amor de mi vida' no existía, En cierta parte sigo sosteniendo mi teoríaque para eso debía estar con todo el mundo que paso por tu vida y ahí recién lo sabrías, quizás no estuve con TOOOOODOOOO el mundo, pero en el transcurso de un año si con muchos, y me dí cuenta que el siempre estuvo ahí, que pase cosas con el que no pase con nadie, que el me marco, el hizo la diferencia, fue el, el

fue, es y siempre será el amor de mi vida.

En altas o bajas, siempre estuvo ahí conmigo, para un favor, para un consejo, tambien. El es una persona de oro, un hombre, un amigo, un pendejo, un pibe, un chico, un algo más o una persona cualquiera para otros pero, para mi,  hay algo del que solo siempre será solo el, el amor de mi vida. 
Gracias por confiar, por enseñarme a amar, por quererme, amarme, apreciarme y valorarme día a día, gracias por ser lo que sos conmigo, gracias por tantas. 

En fin, llegue al punto que quería llegar, a amarlo, gracias subconsciente por el sueño, me abrí los ojos.