Me siento entre la espada y la pared. Todos los errores que cometí en el pasado están repercutiendo en el presente. Tengo que elegir entre lo que ya tengo y amo tener y lo que siempre quise y amaría tener. No quiero decepcionar a nadie pero no quiero decepcionarme a mi misma tampoco. Por una vez en mi vida sentí que encontré a alguien especial, nada en el me disgustaba un día se fijo en mi.
¿Ahora yo debo darle la espalda?
Me niego.
Me gustaría poder rechazar al chico porque yo lo quiero así, no porque los demás lo quieren así. No soy de aceptar críticas, entran por un oído y me salen por el otro, pero cuando la crítica se transforma en la opinión de un amigo y en el chimento o rumor de otros que me importa duele.
Me dicen que
estoy teniendo actitudes que no tengo que tener, pero que a mi me gusta tener. ¿Que hago?
¿Debo cambiar? Pero si estoy bien así.
Me cierro, ignoro todo, replanteo todo en mi mente una y otra vez, miro hacia el piso buscando una escapatoria como diciendo 'tierra tragame' pero nada cambia, la rutina es la misma, cada vez me siento así mas seguido. Alguna lágrima se me escapa. Pronto se vuelve un llanto. Soy un victimario.
Me molesta todo, me siento incomoda, detesto a cualquiera que se me acerque. Histeria, no soporto que me digan nada. ¿Como rechazar algo que parece hecho especialmente para nosotros, algo especial? ¿Como ignorar algo que creíamos realidad solo en sueños? Es imposible, al menos para mi, tal vez exagero. No quiero lastimar a alguien, no quiero afrontar las consecuencias de mis actos, pero no quiero dejar atrás esto. Oculte la verdad, mentí y lastime. Me siento terriblemente mal, la culpa me invade. Shit.
Una última imagen, las últimas palabras que diré sobre el tema.
Quiero tener el poder de hacer lo que quiera, cuando quiera, como quiera y con quien quiera sin que a los demás les afecte, moleste, perjudique y sobre todo sin que me critiquen.
¿MUCHO PEDIR?
Al perecer y lamentablemente, si.
Me gustaría que solo mis amigos puedan criticarme, los demás no saben nada...
los demás se dan el lujo de hacerlo,
lo demás es prejuicio.